Pensamientos

La madre tierra habla

Me llaman Tierra, me llaman Gaia, me llaman Madre...

Soy el espíritu que os alimenta, que os sana, que os hace sentir la belleza de la Vida.

Formamos parte de un Todo y esta es mi misión: sustentar la vida en este, nuestro espacio.

No hay ya nada que no forme parte de este gran proyecto de luz, de expansión de la conciencia de Amor; no ha sido un fracaso, todo lo contrario, es un gran éxito.

Ahora YA es el momento de recoger los frutos de tanto trabajo; es el momento de apartar el sufrimiento, de olvidar el pasado y crear un nuevo presente.

¡Hemos trabajado tanto y ha sido tan duro!

Es el momento de expulsar de nuestras vidas las creaciones de energías oscuras.

Somos nosotros mismos, incluida yo, que sin darnos cuenta repetimos patrones de comportamientos, patrones de sufrimiento que no nos hacen ninguna falta, que nos hacen sufrir sin ninguna necesidad; ahora sí ¡sólo depende de nosotros!

Debemos apoyarnos unos a otros, debemos prestarnos la atención que necesitamos para salir de esta vida tan densa, tan inapropiada para la Luz.

Es el momento de crear luz en nuestro camino.

Hay muchos de nosotros que entienden que significa vivir la luz, vivir sin oscuridad. Estamos aprendiendo a vivir sólo en la luz; aún debemos descubrir el potencial de nuestra luz que se expande desde nuestro corazón, ahora sí, libre.

Se ha restablecido la conexión con el Universo.

Conectados sentimos cual es nuestro camino, sentimos nuestro Poder Creador, sabemos sin dilaciones cuál es nuestra función, quiénes somos y de dónde venimos; tal vez no sabremos que palabras utilizar, pero lo sentimos.

¡¡¡¡Año de la Creación!!!!

¡¡¡¡Año del Amor!!!!

Es momento de abandonar las creaciones del miedo, es momento de restablecer la conexión con la fuente, consciencia infinita, consciencia pura.

No debemos dejarnos llevar por el recuerdo del miedo, se ha acabado, es momento ya de latir todos juntos, de sentir todos juntos, de crear todos juntos.

¡Sí, todos somos lo mismo! ¡Todos somos Uno!

Sentid lo que significa ser Uno.

Cuando vuestras células comprendan qué significa el corazón se restablecerá como una gran antena receptora de las señales que hay en el Universo que provienen de nuestra fuente.

Ya es hora de volver a interactuar todos juntos; conectados, nunca nos vamos a equivocar.

Ya ha empezado la Reconstrucción lo cual significa que no hay destrucción.

¡No temáis! Estamos viviendo un periodo de transición; estamos entre dos frecuencias vibracionales, entre la realidad que dejamos atrás y la realidad que estamos creando.

Es el momento de empezar a vislumbrar esa nueva conciencia; cada vez está más lejos la realidad de temor y es más fácil ayudar a los que aún están vibrando en aquello que está desapareciendo.

Energéticamente arrastramos a aquellos que vienen detrás, formamos una gran red todos aquellos que podemos llamar TIERRA.

TIERRA somos todos, y todos juntos viajamos hacia una nueva consciencia de la que se viene hablando ya hace mucho tiempo.

No se nos está regalando nada, el trabajo ya está hecho.

Habéis encarnado en este momento para llevar a cabo la reconstrucción. Existía el potencial y ya es una realidad.

Tenedlo muy presente no se nos ha regalado nada, nos lo merecemos, hemos trabajado mucho, no hay que dudar; es el momento de recoger los frutos de tanto trabajo realizado en esta y en las demás encarnaciones.

Ahora están naciendo los niños que no necesitan aprender a Vivir.

Ellos llegan sabiendo cual es su función, son aquellos que regresan sabiendo que el trabajo está terminado, que el sufrimiento ya ha acabado, que las altas jerarquías nos están echando una mano para reconstruir nuestra existencia: una existencia digna y feliz, en definitiva una Vida de Amor y Plenitud.

No importa saber cómo será nuestro futuro, basta saber que al restablecer la conexión del corazón con el Universo jamás nos equivocamos y de esta manera el mundo que creemos será adecuado para una nueva experiencia de Vida.

Con todo el Amor de mi Corazón.

Gaia.

Utopía o realidad

Mantenemos las referencias a la finca Bellver, anterior localización de La Casa de la Mare Terra, por motivos históricos, y no implican ninguna relación presente de nuestro proyecto con Bellver.Tengo una historia que contar...El 7 de Julio del 2003 llegué a Menorca, para pasar una semana de vacaciones.

Después de un proceso difícil de separación y muchos cambios en mi vida, no podía imaginar lo que me estaba preparando el destino.

Un conocido me dijo que había encontrado una comunidad budista, yo buscaba personas que me enseñaran otra visión de la vida, quería aprender a meditar y rodearme de personas que buscaran evolucionar internamente.

Todo se puso fácil para viajar a Menorca y así lo hice.

Llegué con mucha ilusión, algo dentro de mi me decía que mi vida iba a cambiar, no tenía ni idea de la magnitud de esos cambios, ahora se que todo lo que he vivido hasta ahora, ha sido necesario y que el poder de nuestra mente y de nuestra intención junto con nuestras acciones, pueden cambiarlo todo.

En mi corazón había un sentimiento muy profundo, la Unidad. Cómo podemos Unirnos. Cómo deshacer las barreras y fronteras que nos separan. Cómo podemos llegar a entendernos, respetarnos y trabajar para el beneficio de todos los seres. La única respuesta que me vino claramente fue con Amor, sólo con Amor el mundo será salvado.

Tan sencillo como eso, amar al prójimo como a uno mismo, sin condición, deseando su bienestar antes que el nuestro propio, que bien suena! pero nada fácil de poner en práctica.

Nadie ha dicho que la tarea sea fácil, quien algo quiere, algo le cuesta.

En ese punto empecé el viaje hacia mi interior.

En esa semana, cosas importantes para mi, pasaron por mi mente. En una meditación, sentí, que los seres humanos estábamos muy perdidos y que era necesario crear lugares en el planeta, cerca de la naturaleza, que fueran una referencia e inspiración para nosotros, donde poder aprender a vivir con consciencia y respeto, Escuelas de Vida.

Donde personas con sabiduría nos pudieran ayudar en nuestro proceso de autoconocimiento.

Lugares especiales que nos ayuden a evolucionar como Seres Humanos conscientes.

Saber qué hemos venido a hacer a este planeta. No estamos aquí por casualidad, tenemos un gran potencial por desarrollar, es absolutamente necesario que seamos conscientes y asumamos nuestra responsabilidad, la pieza del puzzle que nos toca desempeñar, descubrirlo y desarrollarlo nos ayudarà a ser felices y libres.

Crear redes de comunicación y Unirnos para transformar el mundo en un lugar donde podamos vivir en Paz y Armonía, sabiendo que tenemos que empezar por nosotros mismos, es ese el sentido de la vida?.

El lugar tenía que ser grande para que pudiera ir mucha gente, también era importante que estuviese en medio de la naturaleza para poder trabajar con ella, un lugar especial, con condiciones especiales y sobre todo que fuera cedido, porque el proyecto era sin ánimo de lucro. Su espíritu tenía que ser el servicio a los demás. Eso fue lo que sentí.

Cosa algo difícil de conseguir, pensé... pero en ese momento me vino a la mente la frase de Jesús: ´PEDIR Y SE OS DARÁ´.

Así lo hice, al día siguiente me levanté muy temprano, me fui a la montaña, muy cerca del Templo de Sa Roca (Menorca) y me puse a escribir una carta al Universo.

Sabía que si lo hacía por escrito quedaría constancia, pensé que era la mejor manera de asegurarme que el pedido se hiciera realidad.

Mientras escribía la carta sentí muy profundamente que no era yo la que pedía ese lugar, sino que había un Plan Cósmico para ayudar a despertar a la Humanidad, necesitábamos abrir nuestra visión, dar un paso más, un cambio de consciencia porque si no se hacía ese cambio, la Humanidad sufriría las consecuencias inevitables de su ignorancia.

En ese momento, me ofrecí voluntaria a formar parte de ese plan, había demasiada confusión y sufrimiento en el planeta, sabía que habían muchos seres trabajando en esa dirección, yo quería ser una más, tenía que hacer algo, qué podía hacer yo, sólo era una gotita más, me uní a ellos con mi pensamiento, puse toda mi intención.

Era necesario empezar por mi misma, con un compromiso personal.

En ese momento mi mente no podía entender lo que estaba pasando, pero mi corazón me decía que debía hacer algo, por lo tanto, confié y me entregué a lo que el Universo tuviera preparado para mí. Ahí empezó mi historia...

A partir de ese momento, mi vida cambió, y dos años después, la vida me llevo a Menorca.

Nadie podía entender mi decisión de dejarlo todo e ir a Menorca, cuando me preguntaban por qué lo hacia... dejar un trabajo, mis hijos, mi pareja, toda mi vida se quedaba en bcn. Sólo podía contestar... No lo puedo explica con la mente, es algo que la razón no puede entender, sólo hago lo que me dicta mi corazón.

En aquel momento ese lugar era un sueño y unirnos en un objetivo común, una utopía.

Sentí mucho miedo hasta que tome la decisión, pensé... si me voy lo puedo perder todo, pero si no lo hago me perderé a mi misma.

Así que un día me desperté con la fuerza suficiente, me armé de valor, fui al trabajo, pedí una excedencia y un mes después estaba en Menorca.

Encontré ese lugar, Bellver, que durante unos años fue "La casa de la Mare Terra". Paso a paso la vida me llevo hasta él. En el momento que pisé la capilla supe que era ese el lugar. No sabia nada de su historia, pero sentí mucho amor, supe que muchas personas habían trabajado con mucho cariño e ilusión para construirla.

En aquel momento lo gestionaban personas que formaban parte de la comunidad de la Iglesia de Sant Francesc en Mahón, cuando se deshizo la comunidad anterior, se cedió hasta que surgiera un proyecto con fines sociales y devocionales.

Me puse en contacto con ellos, les pregunte sobre el lugar y sus propietarios, no recibí demasiada información, pero continué indagando, a partir de ese momento Bellver se hizo uno conmigo, mi entrega fue absoluta.

Poco más tarde encontré a los propietarios y conocí su historia, Bellver había sido una comunidad durante mas de 15 años su espíritu era el servicio a los demás, era un lugar de acogida y trabajo al servicio a Dios. Cuando supe su historia y las condiciones de su compra, me di cuenta que lo que yo había sentido hacía dos años no eran alucinaciones mías, todo encajaba perfectamente Bellver se compró con la condición de que fuera la casa de Dios, no sería propiedad privada, ya que se compró con la aportación de muchas personas, ese conocimiento me dio la suficiente fuerza y convicción para mantenerme fime durante cinco años y superar las dificultades y pruebas que iban apareciendo en el camino. Pude comprobar por experiencia propia que Bellver era la Casa de Dios y una Gran Escuela de Vida.

Poco antes de sentir que tenia que ir a vivir a Menorca tuve un sueño, con el tiempo he entendido que fue un sueño revelador, os lo voy a explicar...

En el sueño llegaba a una casa en el campo, muy antigua y casi abandonada, no estaba en muy buenas condiciones, pero se podía vivir.

Yo iba a vivir a ese lugar, ese día se realizaba un curso y tenía que preparar la casa, no la conocía , poco a poco la iba descubriendo, un salón, la cocina, habitaciones, todo muy antiguo y sucio. Llegué a un gran ventanal que estaba cerrado por una persiana, abrí la persiana y me encontré un paisaje de campo con árboles y monte bajo, la casa estaba rodeada de Templos de diferentes religiones, más tarde reconocí uno de ellos, era el Monasterio Budista que se encuentra en Inglaterra,(Ulverston), Manyhushri. Fue el único que recuerdo. En aquel momento todavía no me consideraba budista.

Luego vi a la persona que impartía el curso, lo reconocí con claridad, es una persona que vive en Menorca y esta dedicada a enseñar y ayudar a los demás.

Continué descubriendo la casa y me encontré con una chimenea, en ella había un tesoro, estaba llena de piedras preciosas, en ese momento sentí que tenía que regalar una piedra a todas las personas que asistieran al curso.

Ahí se terminó el sueño.

El sueño fue cobrando forma y sentido a medida que iba conociendo Bellver, el ventanal significaba la luz que entraba a la casa, después de un largo tiempo dormida, los Templos, la unión de las diferentes religiones y creencias y las piedras preciosas el potencial que cada uno de nosotros llevamos dentro, la persona que impartía el curso, la sabiduría que podemos encontrar en ese lugar.

Como veis todo encajaba, al menos en mi mente. Os cuento esta historia porque es necesario conocer el pasado para entender el presente y construir el futuro.

Estamos en un momento delicado, por decirlo de alguna manera, se están produciendo grandes cambios en nuestras vidas y alrededor de ellas, ahora más que nunca necesitamos referencias y tablas dónde apoyarnos para no naufragar.

La tendencia es culpar a los demás por miedo a asumir la propia responsabilidad, pero en este momento no nos toca otra que responsabilizarnos de nuestras acciones, asumir nuestros errores y rectificar, desprogramar nuestra mente de todo lo que nos impide liberarnos de nuestros propios engaños y empezar a trabajar para construir una nueva realidad.

Es necesario trabajar en uno mismo, autoconocimiénto, para poder crear un mundo de Paz y Armonía que tanto deseamos. El sistema actual se ha quedado obsoleto, hemos buscado la felicidad fuera de nosotros, hemos caído en la trampa del sistema de consumo, abandonando el campo y dándole la espalda a nuestra Madre Tierra.

El conocimiento de nosotros mismos, desarrollar nuestro gran potencial interno, cómo ser felices sin necesitar estímulos externos? Ese tiene que ser nuestro propósito y nuestra búsqueda, todo lo que se aleje de eso nos llevará al sufrimiento. Parece que todo se ha dicho ya, ahora solo nos queda actuar y crear una nueva realidad, recordando que creer es crear.

En el 2014 llegó el momento del cambio para La Casa de la Mare Terra. Bellver ya no va a seguir siendo su lugar, el propietario "legal" Nito Martí, decidió que era momento de un cambio y de un plumazo se terminó una etapa que había durado algo más de 8 años. Tras unos meses de espera y reflexión, decidimos continuar con la visión de La Casa de la Mare Terra, en Algendaret Vell, no como localización única sino como un nodo más de una red que se está tejiendo, de un nexo de unión para diversos proyectos alternativos al sistema que no se sostiene. Entreguemos cada cual su granito de arena, para que entre todos construyamos una Nueva Humanidad.

Agradezco infinitamente la aportación de todas las personas que han pasado por Bellver durante estos años, y a todos los seres que están trabajando en proyectos similares, contribuyendo con su amor y servicio a los demás, para el despertar de la consciencia, todos y cada uno han sido y son, parte fundamental en la realización de este Gran Proyecto Cósmico, La Casa de la Mare Terra es una pequeña parte del planeta, al mismo tiempo una gran representación de éste.

Para reflexionar

Existe un vínculo importante entre la felicidad y la tolerancia,

en la medida en que menos prejuicios equivalen a más felicidad.

Cuando más grande es la implicación social y el compromiso voluntario,

más grande es la felicidad de los cuidadanos.

Somos todos iguales y miembros de una misma familia,

lo cual hace que los asuntos del mundo entero

se hayan convertido en asuntos internos.

Dalái lama

Cualidades del alma

Somos seres divinos, aunque ya no estemos acostumbrados a pensar acerca de nosotros mismos con esta perspectiva. El propósito de una buena práctica espiritual es permitir que la divinidad resurja en nuestra personalidad. Cuando pensamos que estamos haciendo que surja algo que ya está ahí en nuestro interior, en vez de forzarnos a adoptar nuevos comportamientos, el proceso de auto-transformación se vuelve más fácil.

Éstas son algunas de nuestras muchas cualidades originales, escritas en la forma de afirmaciones:

ACEPTACIÓN: reconozco y abrazo el beneficio que hay en cada momento y la belleza que hay en cada alma.

PRECISIÓN: mi atención, cuidado y consideración inspiran entusiasmo y confianza a todos los que me rodean. Libre de preocupaciones, acepto la responsabilidad sin que sea una carga y afronto el futuro sin miedo.

COMPASIÓN: mantengo una visión clara y firme de la bondad y especialidades de cada uno y coopero en que restablezcan su confianza en sí mismos.

CONTENTAMIENTO: permanezco sin afectarme en medio del cambio constante, manteniendo el reconocimiento de mi valía y virtudes.

DETERMINACIÓN: tengo fe en mi habilidad de cambiar, y el coraje para llevar a cabo esos cambios se refleja en todas mis acciones.

ENTUSIASMO: mi apreciación y amor hacia todo lo que se me presenta en mi camino le otorga vida a cada situación.

LIBERTAD: no me dejo afectar ni cargarme debido al pasado o el futuro y así estoy libre para experimentar la verdadera esencia de mi ser, ahora.

GENEROSIDAD: comparto con todos los demás lo que valoro en mí mismo, con manos abiertas y corazón abierto.

AMABILIDAD: entro en la actividad y la interacción con los demás desde un espacio de tranquilidad y confianza, ofreciendo regalos de amabilidad y confort sin molestar ni perturbar.

FELICIDAD: fácilmente veo la belleza de la vida, escucho su canción y danzo con su música porque estoy profundamente contento con quién soy.

ESPERANZA: abro la ventana a un brillante futuro cerrando firmemente la puerta al pasado.

HUMILDAD: reflejo el tranquilo conocimiento de mi propio valor y el igual valor de los demás en cada pensamiento y acción míos.

INTROVERSIÓN: disfruto de tocar la quietud y el amor puro que yace en el centro de mi ser.

Brahma Kumaris, World Spiritual University

Lo esencial no es el fruto de nuestras acciones

Lo esencial no es el fruto de nuestras acciones, lo verdaderamente sustancial son las semillas. Lo esencial no es producir, ni cosechar, ni mucho menos consumir. Lo esencial, es esa siembra verdadera que determina la calidad de nuestras cosechas, es lo que damos de todo corazón. En ello nos jugamos la felicidad.

Una cultura es un cultivo, y para cultivar la nueva tierra, hemos de cultivar nuestra propia tierra, la de nuestro cuerpo, la de nuestra energía. Hemos de cultivar la tierra de nuestras relaciones humanas, pues de ella nace toda economía. Hemos de cultivar la tierra de todas nuestras religiones para que todas sean religiones del amor y el amor sea nuestra verdadera religión.

Cuando, alrededor de sus cuarenta años de vida, las águilas maduras no pueden utilizar ya ni su pico ni sus garras retorcidas, destruyen el pico envejecido golpeándolo contra las rocas. Después de un largo ayuno crece un nuevo pico con el que se arrancan de raíz las plumas viejas y las inservibles garras. Con su equipaje renovado las águilas emprenden el vuelo de una nueva vida. ¿Qué tal si renunciáramos a nuestra desmedida ambición que es como la avidez envejecida del pico y de las garras? Es tiempo de emprender el vuelo del alma humana para contemplar la unidad del plan del que somos parte. Es el tiempo de revisar la economía, pero no sólo la de las relaciones entre los gobiernos y la banca, sino también nuestra economía cotidiana, para renunciar, para saber perder sin perdernos, para desechar, también nosotros todos, la ilusión neoliberal de una expansión ilimitada.

Restauremos la economía dando nueva vida a las cosas humildes y sencillas. Barrer, escarbar la tierra, recoger las hojas secas, garrapatear de nuevo el poema que había matado nuestra prisa. Mirarnos a los ojos sin temor. Cultivar en presente la confianza, para que en el horizonte de la vida se dibuje un nuevo amanecer. Cuando a nuestra vida vuelva la humildad sencilla de ser lo que somos, seguro habrá más tiempo, tendremos tiempo, seremos tiempo. Seremos cultores de la nueva tierra y no simplemente cultos. No temamos, no nos caeremos de nosotros. A lo mejor toquemos fondo, pero no hay nada más peligroso que las olas superficiales, cuando no tenemos el ancla del ser en el fondo de nosotros. Más allá de la incertidumbre, en el reino de las profundidades, el tener se disuelve en el propio ser, y ya nada se puede perder.

Caen las acciones. Ascienden sin un segundo de retraso las mareas y el reloj cósmico marca nuestro tránsito por la constelación de Acuario. No se quedó la tierra en Piscis. Caen por enésima vez los indicadores de la bolsa de valores, pero aún la savia asciende en busca de la luz. Se alteran los ciclos de la economía pero la tierra gira sobre si misma cada veinticuatro horas, y alrededor del sol, justamente en los trescientos sesenta cinco días del reloj solar. ¿Vemos oscuro el porvenir y queremos refugiarnos en el pasado? Entonces, hay una solución posible. Disolvernos en esa naturaleza que es la nuestra. Revolvernos. Resolvernos, para que comience el presente, ese tiempo interior indelegable en que podemos ser como nosotros. Y regresar a la madre, a la tierra, al surco, a la luz interior de nuestro recóndito fuego. Encontrar la belleza sencilla de lo esencial. Revelar de la apariencia su vanidad sin sustancia y sin sentido. Tal vez en esta crisis de sentido podamos cambiar de dirección, para volver por el camino de nosotros mismos. Se puede ganar perdiendo. Se puede perder ganando. Cuando no nos resistimos a perder el lastre del no ser, revelamos la siempre alegra y sencilla la levedad del ser. Cuando la cosecha nos hace olvidar de las semillas perdemos la magia del sembrador. Si la abundancia nos hace olvidar que el dar es nuestra siembra, esa abundancia sólo será el primer paso a la miseria.

Que Dios bendiga esta crisis. Que en el surco de nuestra tierra herida sembremos ahora las mejores semillas. Las de la tolerancia y la flexibilidad. Las de la humildad y la de la sencillez. Y, sobre todo, la semilla de la autenticidad, para que seamos lo que somos de verdad, y nuestra economía, nuestras relaciones y nuestra vida no estén, ya nunca más, soportadas en la mentira.

Jorge Carvajal P., 23 noviembre 2008. Extraído de Que Dios bendiga esta crisis.

Humildad y sabiduría

Cuando pensamos que conocemos la verdad y somos verdaderos, podemos llegar a convencernos de que tenemos razón. No somos capaces de ver lo que la otra persona tiene que decir y seguimos insistiendo en nuestra perspectiva. Esto puede conducir a discusiones inútiles y conflicto.

Junto a la verdad, también necesitamos humildad. La humildad nos ayuda a presentar nuestras ideas a los demás de una manera desapegada. La verdad en nuestro interior nos ayudará a entender a la otra persona y nos mantendrá abiertos a su punto de vista. Conseguiremos que nuestra perspectiva se entienda sin gran dificultad ya que la otra persona también será capaz de ver nuestro punto de vista.

La verdad se demuestra cuando está combinada con la humildad.

Cuando cometemos errores, a veces intentamos justificarlos. Damos excusas y nos comparamos con quienes han cometido errores similares. Pero perdemos la oportunidad de aprender de nuestros errores y a menudo los volvemos a repetir. Entonces somos incapaces de experimentar la felicidad que viene del progreso verdadero.

La verdadera sabiduría reside en aprender de los errores de los demás. Cuando alguien comete un error, nos enriquecemos con esa experiencia. No necesitamos pasar nosotros mismos por esa experiencia para aprender de ella. Cuando somos constantemente conscientes de las consecuencias de las acciones de las personas, experimentamos progreso a cada paso.

Ser cuidadoso y atento nos ayuda a progresar.